Robo II

Hoy vi fotos mias y de mi prima abrazadas en la nieve.
De mi hermano y su cara, de mi tio y mi tia del brazo, bailando, viajando..
fotos de lugares que conozco y que pocas veces recuerdo..
sólo porque uno los deja al lado ...y recae en hojas o en fotos...

Me fui y volví, y la puerta de entrada estaba diferente y los cajones de mi pieza estaban abiertos.
No encontré un delfin dorado que representaba a mis papas, sus detalles, y un sueño viejo que mantenía pendiente.
No encontré mis escritos... sobre el miedo, sobre el telefono, sobre los lugares, y mis fotos..
mis escritos sobre todo...sobre lo que más quiero y lo que busco..
o lo que no sé decir...que más que nunca dejé por años en escritos torpes y escondidos...

mis propios recuerdos que dejo, tontamente, para no dejar.
Los escirob para no perderlos, o les saco fotos para verlos cuando quiera.
Cuanto quiera más que nada. Porque uno se obsesiona con lo que quiere..y se repite sin cansarse..
y escucha cien veces la mismna canción, y se rie más veces por una cara cariñosa..

Porque no escribo por escribir muchas veces,
y cuando lo hago es hasta más valioso..
y de repente no tuve más mis recuerdos
porque llegue a la casa y no estaban.
Y vimos que la ventana estaba abierta, y un par de cosas no calzaban

Como que mi desorden no era el mio
y mis recuerdos, a quien los tiene, no le recuerdan nada..

Giros

Hoy llegué a Santiago.
Y resulta que vi la ciudad linda...y me gustó estar llegando, bajarme y mirar.
Sentir que uno empieza de nuevo muchas veces en el día,
o en los lugares.

Feliz Primavera

Se me había olvidado, pero esos detalles como que hoy 'empieza la primavera' son especiales.

Vi un par de corderitos nuevos en tierra del fuego estos dias.
Son tan felices y chiquititos. No sé si saben o no lo tiernos que se ven, pero parecen disfrutar mucho sin aprovecharse para nada de lo lindos que son.
Y mientras miraba en busca de recien nacidos, una oveja se rascaba feliz en una piedra,
otra miraba el paisaje y la mayoría comía pasto amarillo. Todas con expresiones muy chistosas y analiticas casi. Me quedaría mirando más de sus detalles en las tardes.

La primavera me alegra porque pone en juego ese aire de que algo nuevo empieza, de que debiesemos estar felices, enamorados o con flores en el pelo...y aunque no sea así, uno puede detenerse a buscar dónde está esa primavera y muchas veces encontrarla.


primavera primavera,
lelele

Felicidades

Ellos representan una felicidad muy concreta.
Uno nunca se cansa de mirar algo que te hace feliz y sonreir.

Ellos algo estan mirando,
y yo también me estoy sonriendo.

Intensidad

Establecer relaciones intensas con las personas es lo más enriquecedor que conozco. El poder dejarlo todo ahí, hablar y realmente sacar lo que se dice desde la piel entera, los sentidos, el aire todo lo que se mueve y se respira. Conversar y mirarse. Sentir las conexiones de los detalles más íntimos. Buscar en las conversaciones esa entrega, ese cuestionamiento.

Buscar encontrarse con la sensación de estar constantemente forzando barreras,
límites, forzando tu cabeza para llegar a algo, forzando los sentidos, forzando las tolerancias..
forzarse uno mismo,
agotarse,
querer prender la televisión y estar solo de lo mucho que te superan las situaciones a veces.
Querer ser absurdo y no sentir que duela.

Llegar a ese punto de miedo, de intensidad. De estar al borde de romper la cáscara, y
no trizarse, sino explotar..
no trizandose, sino explotando.
Hirviendo.

Esa intensidad es la que me mantiene nostálgica y tirante,
y es lo que ansío de quienes me estremecen.
Es una entrega al hablar, al estar. Una entrega abierta a la posibilidad de
crear. De crecer, aprender o deshacerse de tantas imposiciones que uno vive y no
cuestiona. Que deja pasar constantemente, en todo.
En la ciencia, en la política en los amigos.

Siento a veces la necesidad de explotar por la emoción de sentir cómo nos entendemos, cómo
no hay palabras en la lengua, y los gestos y el aire y todas las luces
parecieran guiar un momento
que trasciende a las personas aparentemente involucradas
y que pareciera, por ese instante, fuera a cambiar el mundo.

Septiembre II

Al entrar al departamento en el que vivo en Santiago se ven banderitas de colores cruzando la pieza por el techo. Banderitas que todavía no he decidido sacar porque siempre hay razones para no hacer cosas. La de estos días es que empezó septiembre.

Hace casi un mes hicimos una fiesta donde pegamos banderitas moradas, azules, amarillas y verdes en los techos, además de dibujos de colores con palabras en las paredes.
Se juntaron dulces, comida y música en la misma pieza. Y gente con ganas de enseñar y confianza. Eso fue en julio o agosto.

Septiembre es blanco azul y rojo por todos lados,
y no me gusta no creerle a esas pintas, pero no les creo mucho.

Las banderitas de colores me dan más confianza que las tricolor,
me parecen más sinceras, supongo. Más transparentes y felices.
O me recuerdan momentos más intimos, como esa noche
y gente más simple, como quienes quieren proteger a los cocodrilos y crear consciencia ambiental...

Septiembre

La canción 'doncella encantada' de Victor Jara puedo escucharla sin parar en estas noches. No sé qué pasa con septiembre que todo se vuelve tan supremo. La intensidad de las sensaciones se multiplica.
Septiembre es para mi volver a mi casa unos dias.
De repente se rompe la rutina y puedo caerme en mi cama y abrazar a mi mamá.
Vuelvo al lugar donde encuentro el tiempo. Valoro las mañanas y los espacios.
Me apasiona sentir lo que hago y que puedo verlo. Ver el tiempo y las posibilidades.

Septiembre es historia y es ganas de más.
Estoy contenta por eso.
En mi casa respiro mejor y me pongo más contenta todavía.